Libertad Y Libertinaje...

Recientemente tuvimos esta pregunta de usuario de mentesenlared:

Ya que estudias Psicología me gustaría preguntarte, si todos los seres que algo hemos estudiado sabemos la diferencia de libertad y libertinaje, lo bueno lo malo: Porqué no tomamos conciencia de que somos libres de nuestros actos, pero NO de sus consecuencias? Qué hace que a veces no utilicemos nuestra conciencia en nuestros actos.

- MIGUEL

Cuando actuamos, nuestros actos siempre se orientan hacia el exterior, hacia los demás todo nuestro mundo alrededor.  Sin embargo los aspectos internos le dan el respectivo valor a esa moral, dándole un valor positivo o negativo.

No podemos olvidar que somos morales porque sabemos que podemos elegir, porque sentimos que tenemos posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias.La conciencia de estas consecuencias es la base del aspecto interno de la moral, en ella está el origen de la valoración de nuestros actos, nuestros hábitos o nuestro modo de vida, pero la conciencia moral es también conciencia de la libertad, conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente valiosas.La conciencia es una forma de conocimiento o de percepción. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta de lo que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno -o bien, de lo que no merece la pena, de lo malo, de lo que hay que evitar-.

Y es justamente donde viene el dilema, a veces somos conscientes de las implicaciones de nuestros actos y como dice nuestro consultante nos preguntamos, porqué? Aún sabiéndolo lo hacemos?, qué ocasiona que aún así lo hagamos y a veces convertir la libertad en libertinaje porque cruzamos la línea delgada que nos hace pasar de un terreno al otro.

Hay muchas posibles causas cuando valoramos una acción realizada o por realizar, podemos actuar de maneras diferentes: podemos sentir que lo que hemos hecho o vamos a hacer está bien o mal, sin saber exactamente por qué; podemos también analizar las consecuencias reales o posibles de nuestra acción y su conveniencia; podemos recurrir a pensar en normas previamente aceptadas para enjuiciar la acción, pero cualquiera que fuere nuestra justificación o no ante los hechos, lo cierto es que lo que mueve nuestras acciones son nuestros intereses, voluntad y el valor que le des a las cosas. En ello está todo porque si para ti un juego tiene como posible consecuencia perder, si consideras que lo importante es “competir”  lo harás de igual modo.

Si una relación para ti vale la pena entonces como lo deseas y lo valoras asumiendo las consecuencias buscaras la manera de poner de tu parte y lograr un punto medio para que no fracase, aunque estás consciente que eventualmente podría ocurrir.Nuestros ideales, nuestro desarrollo, nuestros conceptos, perspectiva.  Todo esto nos impulsa o nos motiva a hacer o no las cosas y en la medida en que signifique más o menos en nuestras proyecciones “de acuerdo a la importancia el valor”.  Cuando algo realmente te importa mides más las consecuencias, evitas o limitas tus acciones, si es que estas son negativas. Aun luches contigo mismo, aun pierdas porque entiendes que con eso vas a ganar, no sueles rendirte, no te desvaneces, y si caes vuelves a levantarte, pasas por encima de tus propios límites.

Pienso que actuamos aún a sabiendas de las consecuencias en la medida en que unos somos más arriesgados que otros, en virtud de que tan fuerte o necesario sea el hecho que crucemos la barrera de los límites en busca de ello, también que patrón de conducta tenemos ( el cual puede ser por causas de la infancia u otros ), la consciencia moral que tengamos sobre lo que es bueno y lo que es malo, el grado de madurez de la persona y su personalidad ya que hay personas inseguras más otras que confunden la seguridad en sí mismos con el poder y abusan de los valores morales, propios  y de los demás. Es por eso que “DEBEMOS PENSAR PARA ACTUAR Y NO ACTUAR PARA PENSAR”

Mentesenlared