Planificación De Metas

Siempre el nuevo año es sinónimo de nuevas metas, y hay quienes como yo, hacemos cerca de fin de año un listado de las cosas y proyecciones para el siguiente año, lo que queremos lograr, sin embargo muchas veces no lo hacemos o peor aun ni siquiera iniciamos lo que perseguimos.

Porque pasa esto? que estoy haciendo mal? O que debo hacer que no he hecho? Porque en lugar de perseguir estoy siendo perseguido por mi destino? Las metas son las que nos mueven a actuar, a ser o no ser, bajo una conducta inteligente o una instintiva o refleja.  Considero que lo más importante es que tengamos claro  en nuestra mente y nuestro corazón lo que QUEREMOS, Lo primero es lo más difícil y es la FIJACION de nuestras metas, debemos  estar seguros completamente de lo que deseamos, quererlo y necesitarlo para poder fijarlo en nuestros pensamientos. (ACTITUD POSITIVA Y FIRME).

Es esa claridad  la que marcará nuestra conducta diaria para llegar o no a esa meta deseada.  Luego viene el hecho de que cuanto  más claras y precisas  sean las metas personales, más eficaces serán los medios para conseguirlas, porque las metas mientras más claras son, nos generan una fuerza motivadora que promociona nuestra insistencia y perseverancia, combate la apatía indecisión y baja autoestima que a veces sentimos cuando vemos que no tenemos avance o logros deseados. A veces nos  ha pasado que sentimos que no logramos lo que anhelamos, o que no avanzamos en el camino , entonces viene el desanimo, la depresión, y desde luego abandonamos nuestros proyectos o los descuidamos como si fueran una casa en ruinas que se empieza con tanto ahínco a construir y a diario vemos cuantas dejan por largo tiempo a medias.. Siempre el camino más corto es el más fácil y es el más cómodo, siempre es as fácil encontrar un culpable que asumir la culpa.  La frase NO PUEDO HACERLO se apodera de ti y tal cual una casa cerrada que se llena de polvo, y se va destruyendo, del mismo modo nos convertimos en un plano a medias. Pues NO!!!,

  • No te conformes

  • No te dejes vencer por las dificultades

  • Intenta reunir todos los elementos que te brinda tu ambiente para lograr esa meta!

  • Adquiere retos y CUMPLELOS!

  • NO cambies de decisión a la primera dificultad.

  • NO “podría” y “me gustaría”, sino “puedo y lo lograré”.

  • Véncete a ti mismo!

 QUÉ NECESITO? PARA LOGRAR TODO ESTO?

Pregúntate: ¿qué es lo que quiero?

Para lograr nuestras metas es necesario distinguir entre nuestras necesidades y las planteadas por la cultura o la gente que nos rodea. Es importante reconocer las necesidades de los demás. Pero reconocerlas y respetarlas no significa que tenemos que hacerlas nuestras. Muchas veces sabemos lo que no queremos, pero no siempre sabemos claramente qué SI queremos…pero podemos averiguarlo. Pregúntate: ¿Por qué o para qué lo quiero? ¿En qué me perjudica ahora, el no tener o hacer…? ¿En qué va a cambiar mi vida, relación, persona, etc., cuando logre mi meta?

Fortalece tu confianza.

Si no tienes fe en ti mismo, no podrás confiar en lo que puedes lograr. Piensa en todas las veces que has logrado lo que te has propuesto, aunque creas que son logros que no valen la pena. No los califiques de acuerdo a su importancia o magnitud. Considéralos sólo como una muestra de que hay cosas que puedes lograr y por lo tanto, lo que no sabes o no has podido, lo puedes aprender. Escríbelo para que te lo recuerdes, cuando te sientas desmotivado o cometas algún error. Haz que la frase: "Si no lo he logrado, puedo aprender a hacerlo" sea parte de tu vida diaria. Si has intentado hacer algo varias veces y no has tenido éxito, quizás necesitas hacerlo de forma diferente. HAZLO!

Comprométete contigo mismo!

Describe las consecuencias positivas que vas a obtener y lo que necesitas hacer para lograrlo. Pregúntate si vale la pena el esfuerzo que tienes que hacer. Si no estamos dispuestos a esforzarnos, nuestra meta no es realmente nuestra o está basada en algo en lo que no creemos o que no deseamos con el corazón.

Analiza tu situación actual.

Necesitas saber cuál es tu punto de partida, para saber hacia dónde dirigirte y cómo hacerlo. Pon una fecha límite para la meta final y fechas intermedias para ir chequeando objetivamente los progresos y corregir si es necesario. Cuando no hay un plazo, vamos dejando las cosas para después y no las hacemos. Cuando decimos: "quisiera, algún día yo… en el futuro voy a…", no actuamos. Poner una fecha nos "obliga". Una de las principales diferencias entre un sueño y una meta realizable, es que ésta tiene una fecha límite. Desarrolla un plan de acción, detallado y claro. Visualiza los resultados, constantemente. Lo más importante: EMPIEZA HOY!

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