Paciencia “A Punto” .
Un milisegundo, es el período que corresponde a la milésima fracción de un segundo, va más rápido que nuestro pestañar. Así vivimos hoy, en sociedades impacientes, y continuamente rápidas. Hace poco iba bajando mis hijos al colegio y para variar como una máquina o robot salto de la cama a las 5:30 a.m., los preparo, los visto, me voy a la cocina, les hago almuerzo para el colegio, su lunch, los peino, cargo todas mis mochilas y por muy temprano que empiece la jornada por algún motivo de último minuto siempre contra el reloj y a bajar a toda marcha.
Bajando me tocó alguien delante mío que al parecer por la forma que conducía (literalmente casi completamente frenada) me hizo enfurecer. Automáticamente no paraba de mirar el reloj, pensaba en que cerrarían la puerta, y terminé peleándome, bajándome del vehículo y casi en un momento sumamente desagradable dado que esta persona me cerraba el paso para yo rebasar.
A diario vemos esta y muchas más actitudes en calles, aeropuertos, oficinas, hogares, tiendas, somos terriblemente impacientes cuando algo toma más tiempo del que esperábamos o cuando no manejamos bien el nuestro.
Entonces empezamos a pensar en lo que consideramos es el problema: “no que pereza esta mujer que no sabe manejar o que anda buscando que me baje y la calce”, es el mesero! Es el vendedor! No sabe, no lo entrenaron bien como corresponde!, son los compañeros de trabajo me hacen la vida imposible! Es el jefe es insoportable parece traspasara su mal humor a sus empleados, son los hijos, es TODO! Todos van mal, y nosotros siempre nos consideramos bien y nuestro humor arropándonos, consumiéndonos.
Desde siempre nos dicen o escuchamos decir “la paciencia hay que cultivarla”, pero solo hasta descubrir la conexión entre la paciencia y la capacidad de sobrellevar los problemas se tornará un reto difícil y significativo. La paciencia es una cualidad que requiere determinación, es imposible adquirirla si no la consideramos una virtud y si no se convierte en una prioridad.
La paciencia es el valor que nos hace ser tolerantes, comprensivos, padecer y soportar los contratiempos y las adversidades con fortaleza; aún con lamentos y con dificultad nos ayuda a moderar las palabras, la conducta para actuar de manera acorde a cada situación.
Porqué aveces es tan cuesta arriba? Porque uno de los grandes obstáculos que impiden el desarrollo de la paciencia, es, curiosamente, la impaciencia de esperar resultados a corto plazo, sin detenernos a considerar las posibilidades reales de éxito, el tiempo y esfuerzo requeridos para alcanzar el fin.
Quienes pueden cultivar este valor poseen la sensibilidad para afrontar las contrariedades conservando la calma y el equilibrio interior, logrando comprender mejor la naturaleza de las circunstancias generando paz y armonía a su alrededor.
Yo procuro trabajar en darle el “punto” a mi paciencia, y tú?, te animas?
Por : Tanya Hoepelman
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