Como Afectan En Nuestras Vidas Y Emociones Los Desastres Naturales
Un desastre, ya sea ocasionado por un fenómeno natural o provocado deliberadamente, produce en nuestras vidas, en nuestras comunidades y habitantes una situación de crisis la cual se define como la situación que vive una persona o comunidad a consecuencia de sufrir un cambio brusco y repentino, que provoca un impacto inesperado e importante en su vida.
Esta situación de crisis se vive como algo que puede amenazar, o amenaza, nuestra integridad física, estabilidad económico-social o reputación moral, derrumbando los mecanismos de defensa y esa habitual manera que tenemos de enfrentar nuestros problemas, creando, durante las crisis, un momento de incertidumbre.
Cada uno de nosotros vivimos las crisis de formas diferentes y de un modo que amenaza nuestras vidas. Pueden servir, sin embargo, para hacernos crecer y a veces inclusive para unirnos más, o definitivamente para que nos derrumbemos y acabemos sucumbiendo ante ellas.
Este desastre genera un impacto el cual va a depender de la magnitud de la situación o amenaza; de nuestra personalidad y el estado de salud física y mental anterior del a los hechos; y del apoyo o facilidades que se nos permitan acceder a los grupos que estamos vinculados.
Los 10 factores más importantes que inciden en los efectos psicológicos y psiquiátricos de los desastres sobre los individuos
1. Tipo y magnitud de la amenaza; y forma en que se recibe la información o aviso de desastre.
2. Magnitud de la situación de desastre.
3. Grupo eta reo al cual pertenece el individuo .
4. La Percepción que del desastre tenga el sujeto.
5. Preparación previade la persona y de la comunidad para enfrentar el desastre.
6. Personalidad. Situaci6n mental y capacidades físicas previas del sujeto.
7. Experiencia o no del individuo frente al desastre.
8. El apoyo y las facilidades que ofrece el grupo o comunidad al cual está vinculado el sujeto.
9. El tipo de experiencia vivido durante el impacto del desastre: la persona estuvo a punto de morir; desaparición de seres queridos y otras personas importantes; muerte de seres queridos; contemplación de muertos. Mutilados, cuerpos descompuestos. etc.
10. La extensión y el tipo de daños sufridos por la persona: consecuencias familiares, individuales (Lesiones, pérdida de bienes y propiedades, económica y de otra índole) que para el sujeto tuvo el impacto del desastre.
“Tabla elaborada usando la bibliografía vivida en República Dominicana. Con el huracán Georges.”
Las Tres Fases de un Desastre
Los estudios del impacto emocional que tienen los desastres sobre los individuos y las comunidades, tienden a dividirlo en tres fases:
Fase de Pre-impacto:
Es la fase inmediatamente anterior al desastre.
Fase de Impacto:
Es el periodo en que ocurre el desastre y afecta directamente a la comunidad.
Fase de Post-impacto:
Es el tiempo posterior al desastre; y empieza varias semanas después del impacto.
La primera fase solo se vive plenamente en los casos de desastres que tienen un espacio entre la advertencia del peligro y su acontecimiento. Un ejemplo de esto es el huracán, del cual puede conocerse previamente, con relativa exactitud, la velocidad con que se desplaza, su trayectoria y el momento en que producen su impacto.
Durante esta primera fase, previa al desastre, se van recibiendo los anuncios de la llegada del huracán como una amenaza creciente de peligro, hasta que llega el momento en que este se hace inminente. En ese instante se requiere que el sujeto perciba la real dimensión del peligro en que se encuentra, y que actué, sabiendo que hacer para prevenir o mitigar los efectos más dañinos. De ahí que cuando no hay preparación previa en la comunidad, y cuando los individuos tampoco están preparados, el impacto del desastre sea mayor.
Al momento anterior al desastre, Ie sigue la fase de impacto, sin que se puedan distinguir bien una de la otra. La fase de impacto incluye también el periodo inmediatamente subsecuente al desastre, que algunos delimitan alrededor de dos semanas.
En la fase de impacto, las reacciones psicológicas varían de acuerdo a las circunstancias sociales y particulares de cada persona. Las más comunes reacciones emocionales son: la negación, el miedo, la disociación y el estrés o ansiedad intensa, con sus variaciones: los estados de angustia y la somatización. Otras reacciones psicológicamente muy generalizadas durante los desastres son: la ira, el embotamiento y la hipersensibilidad.
También los estados psicológicos que tienen que ver con las sensaciones de perdida, las reacciones de duelo y los sentimientos de culpa.
Se producen también estados de angustia con sensaciones físicas diversas: temblores, sensación de ahogo, palpitaciones, y, en casos graves pérdida del control de los esfínteres con expulsión de orina y evacuaciones involuntarias.
Las depresiones asociadas a los desastres son de los más variados tipos: Reacciones depresivas breves, que son estados depresivos leves y transitorios que no exceden de un mes o reacciones mixtas de ansiedad y depresión o con predominio de otras emociones; a veces con predominantes comportamientos obsesivos.
Las emergencias y los desastres son dos consecuencias que nos recuerdan a diario cuan vulnerables seguimos siendo a la materialización de las amenazas sean propias de los fenómenos de la naturales (terremotos, erupciones volcánicas, los deslizamientos, lluvias torrenciales, etc.) o sean provenientes de la tecnología (plantas nucleares, depósitos de materiales peligrosos, accidentes vehiculares y de aviación entre otros).
Pero considerando que SI puede sucedernos no ha quedado remedio que empezar a estudiar y analizar el manejo de estas emergencias y desastres en forma sistemática como la prevención, la mitigación, la preparación, la alerta, la respuesta, la rehabilitación y la reconstrucción, a su vez cada una de estas se pueden agrupar en tres grandes fases de estudio estas son: el antes, el durante y el después, estas son de carácter cíclico es decir que una preside a la otra y cada una demanda la Implementación de técnicas y estrategias propias de trabajo desde la utilización de tecnología de punta para monitorizar volcanes y fallas geológicas hasta la aplicación de estrategias psicosociales y sociológicas para sensibilizar a la población, manjar la información, comprender la conducta de la población ante las alarmas y durante el impacto así como recomponer las redes de soporte social preexistentes.
Esto es solo una perspectiva muy reducida de la amplia doctrina que se viene revisando y actualizando permanentemente en todo el mundo dando nacimiento a lo que en el futuro cercano se conocerá como "desastrología”.
Primeros auxilios psicológicos
Terapia de juego para niños en albergues, escuelas o centros comunales
Manejo psicológico del duelo en emergencias y desastres
Técnicas de Debrifing, Defusing y desmovilización psicológica para el manejo de incidentes críticos
Técnicas de afrontamiento del estrés para la prevención del síndrome de Bournut
Terapia y dinámica de grupo para adultos en albergues y refugios
Técnicas de intervención comunitaria orientadas a la recuperación de las redes de soporte social y solución de problemas
Estrategias psicosociales para la neutralización del rumor y el manejo eficiente de la comunicación
Las TAREAS CONCRETAS a realizar para lograr todos estos OBJETIVOS EN
APOYO PSICOLÓGICO serían:
-Saber establecer contacto con todos los participantes, sobrevivientes y damnificados (independientemente, de sus niveles de afectación asociado al
Desastre).
-Es importante el contacto físico y la empatía.
-La ventilación emocional, expresión de sentimiento y el relato de los sucesos.
-Dar información ampliada y objetiva a los damnificados y su comunidad; especial atención a los sobrevivientes, pues esto disminuye los sentimientos de indefensividad y la ansiedad.
-Facilitar la comunicación integral con los familiares y seres afectivamente
Importantes.
-Orientación sobre las actividades futuras.
La verdad no es mucho lo que pueda decir a modo personal sobre este tema. En realidad con la gracia de Dios no me ha tocado vivirlo directamente, aunque he participado de Huracanes desastrosos en mi país, aún así no creo que pueda compararse como es el caso de lo que por ejemplo está viviendo JAPON en estos momentos o lo que le tocó vivir a HAITI y a CHILE.
Como decían hoy en CNN estos acontecimientos de alguna manera igual nos tocan a TODOS, porque abarcan tantos ámbitos sociales que nos afectan como los personales ya que cuando ves lo que pasa en otros países te condueles y afecta tus emociones de igual forma como me paso a mí que el viernes perdí hasta el apetito en todo el día con una sensación de calamidad, tristeza, impotencia y resignación.
Creo que es muy importante que a diario nos formemos y a nuestros hijos sobre estos eventuales sucesos, para que si nos tocara vivirlos tengamos un mínimo de preparación al respecto aunque por mucho que nos documentemos sobre estos temas en los momentos mismos de los hechos no creo que nos importe nada más que nuestra supervivencia, más bien para cuando pasa todo poder encarar la mejor manera de seguir adelante.
En momentos como este solo resta decir que la fortaleza más grande es la de nuestras oraciones y la unión que hace que nadie se sienta solo, la solidaridad y el afecto mutuo porque en definitiva es en estos casos cuando somos verdaderamente hermanos sin importar raza o nación.