¿Con Quién Hablas Más Durante El Día?

¿Con Quién Hablas Más Durante El Día?

 

Hice esta pregunta en Instagram y recibí respuestas diversas: Con mi esposo, con mi mamá, con mis amigos, con Dios, con mis compañeros de trabajo y hasta con la vecina. Bueno y válido todo, sin embargo, la persona con la que más hablamos es CON NOSOTROS MISMOS.

Abrimos los ojos, miramos por la ventana y:

- ¡Hay que día tan feo!

- ¡Nevando otra vez que pereza!

- ¡Lluvia de nuevo, de ley eso es un trancón seguro!

- ¡Que pereza ir a clase!

- ¡Cómo está de barrigón mi marido, tendré que decirle haga dieta!

-Esta mujer que tengo ¡no la aguanto! ¡porque no le habré hecho caso a mi mamá que no me casara!

-Nos vamos al espejo y eso es: ¡estoy de gorda!, ¡estoy feo!, ¡estoy arrugada!…

-A desayunar y: ¡cómo esta de malo este desayuno! mejor me voy y como algo fuera.

-Ve este taxista desgraciado como se me atravesó! ¡Ojalá que se estrelle contra el primer poste de luz que encuentre!

-Este tráfico, ¡no lo soporto más! ¡Dios mío no avanzo!

Luego llegamos a la clase, la oficina o el destino final y ….  –¿Ay… yo ando tan estresado-, -tan raro- ¿qué será?

Esa conversación que tenemos con nosotros mismos se llama DIÁLOGO INTERNO, y olvidamos que es la base de nuestras emociones, de nuestra salud de nuestro éxito o de nuestro fracaso.

¿Se han dado cuenta que si un amigo, un hijo, un familiar, un colega nos pide un consejo nos debate temas de las trivialidades y circunstancias de la vida nos esmeramos en que vean el lado positivo o medimos como decir las cosas?

-No te digas gorda, piensa que tienes unas “libritas demás” que con un poco de dieta y gym eso pasará.

-No mi vida no estás lleno de arrugas, estas lleno de experiencia y te quedan tan sexy esas canas, te asientan muy bien.

En cambio, cuando es para hablarnos a nosotros no nos tratamos con amor y cuidado no vemos lo positivo ni nos intentamos calmar, nosotros si somos autodestructivos: ¡JAMÁS VOY A PASAR ESE EXAMEN! ¡NUNCA CONSEGUIRÉ UN TRABAJO EN ESA EMPRESA!

Te pregunto:

¿Si tu mejor amigo (a) te hablara como tú te hablas a ti mismo, aun seguirían siendo amigos?

 

Humanamente no creo le permitas a un amigo (a) te pase diciendo que está gord@, que estás fe@, que vas a perder el examen que te van a echar del trabajo.

Entonces, si es CON NOSOTROS MISMOS, que más hablamos durante el día, y sobre ese constante dialogo reposan las bases de nuestras emociones, nuestra salud mental y física. ¿Vale la pena modificar la comunicación con nosotros mismos?

-Buenos días ¡un día más de vida ay qué bueno!

-Mi esposo peloncito y todo ¡así lo quiero!

-Mi esposa a pesar de tanta cantaleta es el motor de mis días.

-Espejo: Me quiero me amo, resalto mis atributos y me regalo una sonrisa.

-Yo suelo decir como vivo en Portugal y prima el silencio, a los días de lluvia, grises de frio:

¡!Vamos a darle color y sazón a este día con un poco de energía del Caribe!!-

-Desayuno: ¡Gracias por esta comida! ¿Cuánta gente no tiene estos alimentos en su mesa para comer?

Cuando nuestros hijos están desobedientes (quienes somos madres y/o padres), les ponemos límite. ¿cierto? Les corregimos les decimos “eso no es correcto”. Sin embargo, muchos vivimos con un “NIÑO MALCRIADO” en nuestra mente, y no le ponemos límites.

Dejamos que nos arruine el día, que nos arruine las relaciones, que nos arruine la vida y que nos arruine la: SALUD.

Créeme si puedes poner límites a otros, y te puedes esmerar para comunicarte con otros:

PUEDES HACERLO CONTIGO MISM@

 

"Para desembarcar en la isla de la sabiduría hay que navegar en un océano de aflicciones"

 Sócrates

Tanya HoepelmanComentario